Hoy he tenido una reunión de esas en las que se intenta poner en orden unos cuadros de mando. Lo que se quiere ver, lo que se debería ver, la periodicidad, a quien va destinado, y todas esas cosas tan divertidas del reporting-ismo.

Y así, hablando, comentando con el receptor del informe, hemos caído en la cuenta de una cosa.

Eso de que nuestros informes no los entienda ni jander  no es exclusiva de analistas web, parece que le pasa a todos aquellos que reportan o dan una información a un público, bien sean hippos o seres humanos.

El problema, por lo que parece, es que poco a poco nos vamos intoxicando y perdiendo frescura, es cierto que vamos adquiriendo conocimientos, pero esos conocimientos van creando una brecha cada vez más grande entre los receptores de los informes y nosotros. Al final lo que decimos, donde fijamos la mirada, no le interesa a nadie y nadie hace ni caso y entonces nos quejamos de que nadie lea nuestros informes.

Al principio todo es nuevo e interesante, todo es digno de ser contado y todo es lo suficientemente importante como para ser tenido en cuenta, pero luego profundizamos y, lo que al principio era novedoso, ahora lo tenemos tan  visto que lo obviamos, e incluso consideramos que es algo que debería ver todo el mundo, que es una cosa aún básica que no merece la pena dedicarle ni una línea de nuestro informe. Al final acabamos inventándonos fórmulas tan elaboradas que nuestro discurso se hace inentendible por los receptores nos convertimos en esos tos raros que hablan del visitante con engagement de bajo rebote y perfil busca referido de segunda interacción, pero que es muy valiosos como visitante de nuestra web.

Cada día estoy mas convencido.

  Un dashboard debe ser algo simple, tratar temas simples, los que preocupan al receptor y deben ser el punto de partida para que el propio receptor sea el que quiera saber mas y profundice, guiado por el analista de turno.

A ver si me pongo las pilas en ese sentido, que parece que últimamente estoy hablando chino en Cuenca..

Shares